sábado, 28 de marzo de 2015

El punto final de los finales

Lo peor del amor cuando termina

son las habitaciones ventiladas,
el puré de reproches con sardinas,
las golondrinas muertas en la almohada.

Lo malo del después son los despojos

que embalsaman al humo de los sueños,
los teléfonos que hablan con los ojos,
el sístole sin diástole sin dueño.

Lo más ingrato es encalar la casa,

remendar las virtudes veniales,
condenar a la hoguera los archivos.

Lo peor del amor es cuando pasa,

cuando al punto final de los finales
no le quedan dos puntos suspensivos…



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