miércoles, 26 de junio de 2013

Los opuestos...

La condición de naufrago supone estar atrapado entre opuestos nefastos y agotadores.

Cuando es de día, la amplitud del mar te ciega y te asusta. 
Cuando cae la noche, la oscuridad resulta claustrofóbica. 
Cuando es de día, pasas calor y lo único que deseas es que haga frió y sueñas con helados y te hechas agua del mar encima. 
Por la noche, pasas  frió y sueñas con curries calientes y te envuelves en mantas. 
Cuando hace calor, estas sediento y deseas estar mojado. 
Cuando llueve, estas medio ahogado y deseas estar seco. 
Cuando hay comida hay demasiada y tienes que atracarte. 
Cuando no hay, realmente no hay y pasas mucha hambre. 
Cuando el mar esta en calma y no se mueve, deseas que hubieras olas. 
Cuando se alza y del circulo que te aprisiona surgen colinas, sufres de aquella peculiaridad del mar cuando esta embravecido, de la asfixia en espacios abiertos, y deseas que el mar vuelva a estar en calma. 

Los opuestos pueden ocurrir a la vez…

Hay que adaptarse para poder sobrevivir. 

Tienes que disfrutar de la felicidad cuando se da. 


viernes, 31 de mayo de 2013

Piedritas en la ventana




                            De vez en cuando la alegría 
tira piedritas contra mi ventana 
quiere avisarme que está ahí esperando 
pero me siento calmo 
casi diría ecuánime 
voy a guardar la angustia en un escondite 
y luego a tenderme cara al techo 
que es una posición gallarda y cómoda 
para filtrar noticias y creerlas 

quién sabe dónde quedan mis próximas huellas 
ni cuándo mi historia va a ser computada 
quién sabe qué consejos voy a inventar aún 
y qué atajo hallaré para no seguirlos 

está bien no jugaré al desahucio 
no tatuaré el recuerdo con olvidos 
mucho queda por decir y callar 
y también quedan uvas para llenar la boca 

está bien me doy por persuadido 
que la alegría no tire más piedritas 
abriré la ventana 
abriré la ventana.

Mario Benedetti


sábado, 25 de mayo de 2013

Volver a casa... a casa??

Hace ya unas semanas que regrese, de un viaje de un mes y un poquito mas, y la primera sensación que tuve al llegar a mi hogar fue de no encontrarme con el lugar, con la gente, con la ciudad misma, me llevo varias semanas y es mas todavía aunque cada  vez con menos frecuencia pero sigo con esa sensación.
Siempre sostuve que “mi lugar” en el mundo es donde este circunstancialmente mi cuerpo, hoy aquí.. mañana…
Es una epoca en mi vida de cambios, quizas sea eso tambien….

Mi casa aquí…
Mi casa alla...